Zanja real. 아바나(하바나, Habana)

Zanja real. 아바나(하바나, Habana). 쿠바(Cuba)

 

 

 

Zanja Real

Construida entre los anos 1565 a 1592

El acueducto de La Habana, conocido como Zanja Real, fue el primero que se construyo en Cuba, promovido en 1545 por Juan de Rojas, el vecino mas rico de la villa, y el patrocinio del Gobernador Juanes Davila.

Despues de diversos percances tecnicos y economicos comenzaron las obras en 1586, bajo la direccion del maestro mayor Francisco de Calona, pero la naturaleza inestable del terreno en que se cimentaba la Zanja y los huracanes imprevisibles hicieron que las qguas derivadas del rio Almendares no llegaran a la Plaza de San Francisco hasta 1591, y al Callejon de El Chorro en el ano siguiente.

La ejecucion de la Zanja revela un cuidadoso estudio de nivelacion en su trazado, pues las aguas se conducian por gravedad a traves de un trayecto de unos 11 Km, distribuyendose al llegar a la ciudad por una red de encanados que la repartian a fuentes publicas, y a otros ramales para el abasto a instituciones religiosas, de la Corona y a propiedades privadas. En los siglos XVII y XVIII, debido a las necesidades publicas, se agregaron nuevos canos que atravesaban por diferentes puntos de La Habana intramural.

Este acueducto tambien presto otros servicios comon en acequias de riego: fuerza motriz para la industrias de transformacion agricola, principalmente en trapiches azucareros y molinos d rulos para hacer tabaco en polve. Sus aguas tuvieron una importante aplicacion en el siglo XVIII para mover la gran sierra que cortaba las duras maderas cubanas empleadas en la construccion de buques del Arsenal de La Habana.

En el siglo XVIII y sobre todo en el XIX, la Zanja Real era Insuficiente para abastecer a una ciudad cosmopolita y enriquecida con el comercio del azucar. Ello obligo a crear dos nuevos acueductos, el de Fernando VII, construido entre 1831 y 1835, y posteriormente el Cana de Vento, edificado entre 1859 y 1897, finalmente nombrado de Albear en honor a su proyectista y constructor, el eminente ingeniero Francisco de Albear y Lara. Esta ultima obra es considerada una maravilla de la ingenieria del siglo XIX y aun esta en uso.

 

Gabinete de Arqueologia

Oficina del Historiador d la Ciudad

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